el 7 de septiembre de 2019 celebramos nuestro centenario con todos nuestros empleados. Fue una linda celebración familiar. Luego, el 28 de noviembre, organizamos un gran evento con todos nuestros clientes, invitando a Oliviero Toscani, con quien creamos una obra fotográfica que narra

el aniversario 100 de nuestro grupo en imágenes, y al economista estadounidense Jeremy Rifkin con quien nos hemos proyectado hacia los próximos 100 años ”. Así comienza Giulio Mengoli, director general de Sacmi, recordando el importante aniversario de la empresa, celebrado hace más de un año pero que permanece en la memoria como un hecho extraordinario desde varios puntos de vista. De hecho, la historia de Sacmi comienza el 2 de diciembre de 1919 en Imola, con una cooperativa de 9 empleados. Con el tiempo, la compañía ha ido creciendo hasta convertirse en un grupo internacional que hoy emplea a 4.500 personas en 80 empresas diferentes en todo el mundo, con una facturación de 1.400 millones de euros. Una empresa profundamente comprometida desde el punto de vista social en el territorio: desde la financiación del equipo de screening del hospital de Imola hasta el suministro (y mantenimiento con personal interno) de ordenadores para las escuelas de la ciudad o el aporte a comedores escolares para niños desfavorecidos, así como donaciones a nivel nacional en caso de desastres naturales. Sacmi también es responsable del nacimiento del Museo Histórico de la Tecnología en Imola. “Hay una fuerte inclusión de nuestra empresa en el tejido social de la ciudad”, subraya con orgullo Mengoli.

En este camino en agosto de 2016 Sacmi adquirió Defranceschi, una empresa a solo 4 km de distancia “Para nosotros era importante apoyar a una empresa local y al mismo tiempo expandir nuestra presencia en el sector de alimentos y bebidas, a través de su componente más lujoso, el del vino”, explica Mengoli. A través de la División de Vinos y Licores de Sacmi con las marcas Defranceschi (tanques y prensas), Sacmi Verona (etiquetadoras Kube), Sacmi Packaging (soluciones BIB, líneas de embotellado, etc.) el grupo apuesta por el mundo del vino y enriquece sus competencias con el objetivo de ofrecer al sector vitivinícola soluciones completas e integradas , hasta la “bodega llave en mano”, sin olvidar el know-how del grupo en cuanto a ingeniería, arquitectura y automatización de plantas.

En particular, Defranceschi, con una facturación de 20 millones, integra la oferta del grupo con soluciones técnicas patentadas altamente innovadoras y asocia cada vez más la historia de Sacmi con su gama de productos, por ejemplo, los candelabros monumentales creados para Château Montlabert (ver artículo al lado) marcan un regreso a los orígenes, inspirándose en el modelo creado hace 100 años por Sacmi y combinando los dos materiales acero inoxidable y cerámica en una sola creación. Y si bien la empresa apuesta por el top de gama, también ofrece tanques más asequibles, un poco como el prêt-à-porter en comparación con la alta costura.

Tres de las fortalezas del Grupo que destaca el director general Mengoli: el profundo apego de los empleados a su profesión y a la empresa, el nivel de competencia y la capacidad de Sacmi para administrar una cartera de tecnologías y productos tan amplia como variada.
“Esta empresa tiene una gran capacidad para crear sinergias entre las diferentes líneas del negocio y los distintos mercados en los que se aplican ”, subraya Mengoli, señalando que Sacmi tiene más de 2.000 patentes en curso de ser registradas”. “Siempre vemos mucho entusiasmo entre nuestros empleados cuando adaptamos una tecnología de un sector a otro, como la cerámica para el vino”. De hecho, Sacmi siempre se ha especializado en el suministro de tecnologías para el uso de cerámica y hoy invierte en investigación y desarrollo y trabaja en la oportunidad de insertar cerámica dentro de los tanques de vinificación para reemplazar el cemento. “La cerámica – aclara Mengoli – es un material totalmente compatible con los alimentos. La tecnología desarrollada por Sacmi permite elegir la microporosidad del sustrato (a través de la granulometría y la temperatura de cocción) para favorecer la perfecta microoxigenación del vino ”. En esta dirección, el laboratorio de investigación y desarrollo Sacmi trabajó en representación de la subsidiaria Defranceschi para calificar cerámicas compatibles con el mundo del vino, ganando el premio New Technology en el último Simei 2019 Innovation Challenge con el tanque de cerámica patentado. La cerámica no afecta el producto desde el punto de vista organoléptico y tiene la misma inercia térmica que el cemento: características que se concilian bien con la tendencia actual de intervenir lo menos posible en lo que ofrece el terroir.

Por tanto, es fundamental ofrecer a los productores de vino herramientas para la crianza del vino que respeten la materia prima y el trabajo realizado en el viñedo. “El know-how de Sacmi – concluye Giorgio Mengoli – combinado con la cultura del vino de Defranceschi ofrecen buenas perspectivas de desarrollo en este sector de alto valor agregado”. Juliana Camus